Cuando planteamos una reforma, siempre intentamos conservar elementos originales de la casa, bien porque están en buen estado, o bien porque consideramos que tienen un potencial estético notable, y llenarán de personalidad el espacio rehabilitado.
Así ha sucedido en esta vivienda, que estamos terminando en el Barrio de Salamanca, en Madrid, cuyo suelo de madera, original del inmueble pero en muy mal estado, se restauró hasta conseguir un resultado imponente. ¿Qué os parece?.