Los rincones de la cocina han dejado de ser espacios muertos, gracias a ingeniosas soluciones que nos facilitan el aprovechamiento de cada centímetro disponible.
Los armarios rinconeros incluyen cestas extraíbles, e incluso iluminación interior, para dejar de ser los sitios de almacenaje olvidados.
Los platos encontrarán su espacio en cajones que se deslizan sin esfuerzo, y que ofrecen la posibilidad de apilarlos, o ordenarlos en vertical.
Optar por un diseño modular en cajones, nos facilitará el orden y almacenaje en ellos. La compartimentación se puede mover o suprimir, según nuestras necesidades, y hacer de los ellos, espacios a medida. Además, los cajones se extraen por completo, siempre con topes de seguridad.
Crear una pequeña isla, a partir de una estantería pensada para almacenar, nos dará una solución doble, ya que con un par de taburetes, y una encimera de madera, puede ser el lugar perfecto para los desayunos.