¿Qué pasa si dejamos el blanco, el negro, o el gris, de lado, y nos animamos a llenar de color ciertos elementos de la casa, donde parece estar vetado?.
Os ponemos el ejemplo de las carpinterías. Un gesto tan sencillo, y tan cargado de intenciones, puede cambiar por completo el aspecto de un interior. ¿Quién se atreve?.
Fuente: desire to inspire