Si ya os hemos dado una pincelada de lo que es nuestro último proyecto, hoy seguimos centrados en la cocina, con un ejemplo que sigue la misma línea en cuanto a colores y materiales. En este caso, es una cocina de planta irregular, con diferentes zonas, a las que se les ha dado un uso diferenciado, para hacer de esa irregularidad, un punto a favor.
Toda la zona de trabajo, se pensó con dos frentes paralelos, en los que sólo se situaron muebles bajos, para no sobrecargar el espacio. El hecho de distribuir el mobiliario de forma simétrica, hace que visualmente, la sensación de orden sea muy clara. Las líneas rectas y horizontales, enfatizan esa simetría, y hacen parecer el espacio más ancho.
Las paredes se han recubierto con unas planchas de aluminio a medida, que resultan perfectas cuando buscamos una imagen moderna e industrial. Además, son muy resistentes, y fáciles de limpiar.
Las superficies pulidas, y la encimera blanca, dan la luz que contrasta con un mobiliario oscuro. Además, el suelo (de linóleo metálico) se adapta a la superficie tan irregular de la planta, haciendo que no se vean cortes en el pavimento, gracias al acabado rugoso. En este caso, nuestra solución, habría sido optar por un pavimento de microcemento pulido, en un acabado claro y brillante.
La idea de aprovechar el espacio, siempre es nuestra máxima. Elementos como cajones en los rincones, o la creación de pequeñas barras de desayuno, resultan siempre muy prácticas, una vez que la cocina se pone en marcha.