Normalmente, tendemos a diseñar estancias de una forma demasiado cuadriculada, sin darnos cuenta de que otras formas nos pueden ser muy útiles a la hora de resolver un espacio. Tenemos el ejemplo perfecto en esta suite, donde la antigua distribución no optimizaba los metros cuadrados. Como vemos, integrar el lavabo en un espacio de vestidor, y crear un baño a través de un tabique curvo, que produce dos zonas para ducha e inodoro, es una solución perfecta. Una puerta corredera, pondrá la nota final.
Fuente: Nuevo-Estilo