El capitoné es una técnica de tapizado originaria de Inglaterra, conocida especialmente por su aplicación al famoso sofá Chesterfield. Consiste en un tapizado mullido a partir de un abotonado quem junto con el acolchado interior, le aporta volumen al resultado final. Se puede realizar en casi cualquier textil, desde piel, terciopelo, seda, lino, algodón o incluso materiales vinílicos.
Esta técnica aporta un estilo confortable y un aire clásico propios del barroco y rococó del que proviene, pero existen muchas interpretaciones y variaciones del mismo que han hecho de este tapizado una tendencia propia también del estilo más contemporáneo.
Son conocidos algunos usos tradicionales del capitoné sobre butacas, cabeceros y sofás, pero en la actualidad la industria del diseño se ha reinventado, generando distintas y originales aplicaciones en lámparas, mesas de centro o revestimientos y pavimentos cerámicos, que en combinación con otras piezas de mobiliario de estilos diferentes pueden generar espacios tan personales como eclécticos.
Esperamos que os haya gustado esta pequeña muestra del abanico de posibilidades que ofrece el capitoné en la decoración del hogar y que podáis sacar inspiración para vuestros espacios.
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