
Aunque normalmente estamos habituados a ver dormitorios infantiles en espacios reducidos, y con enormes dosis de color, hoy os acercamos la situación contraria; un gran cuarto para niños, en una línea muy minimal, y donde los toques de color los aportan, simplemente, los juguetes. En este caso, además, se trata de dos espacios destinados a dormir y a jugar, que se pueden presentar como un gran dormitorio, pero que se independizan cuando llega la noche. Una opción que cada vez se usa más, dada la versatilidad de la propuesta.
Fuente: Mi Casa Revista