Esta -preciosa- vivienda, sólo tiene 58m2, y gracias a ello, podemos ponerla como ejemplo de una reforma bien hecha. ¿El motivo?, la optimización del espacio, y cómo se ha conseguido que parezca considerablemente mayor. Además, aunque ahora sea tremendamente apetecible, en origen era un almacén con humedades en un bajo, en el barrio de Lavapiés, en Madrid.
Además de unas evidentes mejoras constructivas, que buscaban sanear las humedades, subir los techos para dar amplitud, y renovar por completo las instalaciones de la casa, se tomaron unas buenas decisiones de diseño, con mucho blanco, y la madera y el ladrillo como materiales para dar calidez. ¡Un acierto!.
Fuente: mi casa revista