Nos encantan estas imágenes. Son pura inspiración, a la hora de definir el interiorismo de ciertas viviendas. Una idea tan sencilla, puede vestir un espacio, con tan sólo optar por este gesto en una de las paredes. Las podemos conseguir dejando el ladrillo original visto, y tratándolo para que coja el color y la textura adecuados, o bien, con paneles que imitan éste, u otros acabados pétreos.

Si os gusta el color blanco para paredes, pero no queréis que quede demasiado simple, si buscáis un interior con un toque rústico, o si os decantáis por un espacio que mezcle la fuerza de la modernidad, con elementos originales de la casa, ésta es vuestra opción.

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