A todos nos encantan las cocinas con barras. No paramos de verlas en revistas de decoración, y además de bonitas, parecen muy funcionales, pero ¿valen para cualquier espacio?.

Es muy importante que no entorpezcan la circulación, y pensar en su posición y dimensiones.

Podemos usarla como elemento para ocultar los muebles de la cocina, si ese es el efecto que buscamos, y ésta está pegada al salón. Así, situar una barra alta, en la que pondremos todo el énfasis decorativo, solucionará nuestro problema. Además, podemos idearla como un sitio de almacenaje, con hueco para asientos en un lado, y baldas en otro.

En cocinas grandes, una península que se superponga sobre la encimera, hará de nuestro espacio algo totalmente actual. Además, resulta perfecta como mesa improvisada.

En cocinas pequeñas, con un sólo frente, y unidas al salón, su situación lógica siempre será en el espacio que separa ambas estancias, haciendo de límite entre ellas.

Fuente: mi casa revista

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