Durante años se ha huido de ellas, por considerarlas algo anticuadas, pero las alfombras, además de poner un punto de sofisticación, pueden delimitar ambientes y otorgar mucha calidez a nuestras estancias.

En viviendas donde los espacios están comunicados, sin divisiones, la alfombra puede marcar la diferencia entre el uso de unas zonas y otras. De igual forma, la alfombra puede ser un elemento de mobiliario más, en áreas de estar, como en un rincón de lectura.

Pueden acompañar la decoración de una vivienda. Una buena opción, es optar por seguir el ritmo cromático del interior.

U optar por todo lo contrario, llenando la habitación de color y personalidad, gracias a una alfombra estampada, como la de la foto.

En espacios muy grandes y abiertos, podemos optar por una de formato XL, que romperá con la sencillez de un pavimento continuo.

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