Si tu casa cuenta con un recibidor pequeño y oscuro, puedes mejorarlo considerablemente siguiendo unas sencillas, pero muy efectivas, pautas, que le darán amplitud visual, y claridad.
Una primera decisión fundamental es elegir un color de base, e intentar unificar todos los elementos del recibidor, con ese tono. Intenta que tanto paredes, como suelos, techos, puertas y mobiliario sigan una misma línea. Visualmente, ganarás espacio y claridad.
Despeja el espacio. Evita colocar varios muebles, si con uno puedes solucionar tus necesidades de almacenaje. Si es posible, quédate con alguna balda volada, lacada igual que las paredes.
Si es posible, concentra la atención decorativa en las paredes, mediante un papel pintado bonito, o alguna obra de arte. No olvides decantarte por algún espejo grande, especialmente enfrentado a algún punto de entrada de luz.